30 de junio de 2024

Una casa junto al parque de la Ciutadella de Barcelona reformada para una madre y su hija y que saca partido a una distribución complicada

Desde que vieron por primera vez este apartamento en chaflán en el barrio de l'Eixample de Barcelona, los arquitectos de SIGLA Studio tuvieron claro que el confort sería su mayor prioridad a la hora de reformarlo. Así, convirtieron un antiguo piso oscuro y con una distribución poco práctica en un refugio íntimo y acogedor ideal para las que lo van a habitar: Mari Carmen, su hija y su gato persa. Una casa que, además, aprovecha su complicada distribución en esquina y que juega con los acabados para darle una personalidad propia.

Según explican desde SIGLA Studio, la casa de 100 metros cuadrados es un clásico piso con fachada a uno de los característicos chaflanes del Eixample de Cerdà en Barcelona, justo al lado del parque de la Ciutadella y la Universidad Pompeu Fabra. “Se trata de un edificio construido en 1956, de techos no especialmente altos y originariamente con poca luminosidad debido a su distribución segmentada”, resaltan.

En la intervención, se pasó de una distribución típica de principios de siglo con la cocina apartada, sin apenas luz natural, a una nueva organización en la que la cocina queda abierta al resto de la casa y los dormitorios y el salón-comedor-estudio en la parte que da a la calle para aprovechar al máximo la mayor amplitud y luz natural.

En la reforma una de las premisas fue “mantener la esencia de la casa de barrio en chaflán” para lo que se rehabilitaron los techos con estructura original de vigas de hormigón y bovedilla cerámica o las texturas de originales del ladrillo de la pared que divide la casa. “Primamos la comodidad de tener todo al alcance, la eficiencia de una iluminación cálida y en su justa medida y la amplitud visual que se logra al intercomunicar los distintos espacios de la casa”, explican desde SIGLA Studio.

 

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